No se a quien llamar, conecto el interlocus, nada, Xabi con su cibernovia, Xaxa en su campeonato de futbolcax online, y mi novia, mi novia... Otro nubarrón, suicidios indolentes, jefes grasientos, hormigoneras asesinas y flores. Frentes arrugadas, gestos fruncidos, brazos trémulos y flores, flores rotas... ¡Huuuaaa! Lo dejo pasar y soy una ficha de tetris perfecta, que no entiende de determinantes posesivos, sentada en un sillón. ¡Zas! Me pongo en pie, otra vez, apago las muropantallas, ¡mierda! Otra vez no, el grifo de la cola abierto, el fregadero sobrándose y en la cocina un diluvio rojizo, sin Noe, sin olivos, sin paloma. Zoran debería haber arreglado el sobradero pero anda demasiado ocupado vendiendo pisos a los Xirux, la amistad en los pueblos depende del equilibrio de finisimos hilos invisibles a los ojos de los sentimentales. Conforme bajo las escaleras, la ropa para las dunas se va acoplando a mi cuerpo, buzo, botas, casco... Clavo mi bota, tacos, mi